domingo, 28 de octubre de 2012

CONCLUSIONES JORNADA "CIENCIA Y MÍSTICA, ENCUENTRO DE MIRADAS"

CONCLUSIONES DE LA VI JORNADA

DE LA ASOCIACION CRISTIANAS Y CRISTIANOS HOY 

"CIENCIA Y MÍSTICA, ENCUENTRO DE MIRADAS"


Centro Joaquín Roncal, Zaragoza, 27 de octubre de 2012
 
Encuentro de miradas... Ciencia y Mística se miran. Tienen que mirarse para encontrarse, no para excluirse.

La mirada mística es la mirada simple a la realidad. Para eso están hechos nuestros ojos. La mirada científica nos ayuda a ver lo invisible, a abrir el enfoque, muchas veces estrecho, y por lo tanto superficial. Nos interpela para abrirnos al Misterio. Es posible sentirse en contacto con el Misterio mirando una célula por el microscopio (Mª Victoria Arruga).

El Misterio es el fondo de lo real, un fondo al que nunca se llega. Cuanto más profundizamos en él, cuánto más desvelamos, más Misterio hay. 

Nuestra mente compleja, nuestra inteligencia, nuestra conciencia... necesitan conocer ese Misterio, entenderlo, a veces dominarlo...

Tanto la ciencia como la religión intentan dar respuesta a este Misterio. Por lo tanto, no tendría por qué haber conflicto. El problema está cuando se absolutizan y se meten cada una en el plano de la otra.
 

·   La religión se vuelve dogmática, y pretende dictar sus verdades a la ciencia.

·  La ciencia reacciona planteando que sólo es real lo que se puede conocer empíricamente.

 … olvidándose ambas del Misterio...

 
Nosotros, nosotras, no somos el centro ni el culmen del Universo. Somos seres en relación. Todo está conectado, y forma parte de la realidad de este mundo conocido. Y de lo desconocido. Desde lo más pequeño observable sólo al microscopio hasta lo más grande, a lo que llamamos Universo. 

A ese Todo, que es más que la suma de las partes, le llamamos Dios. No es un ser que ha diseñado o ha puesto en marcha el Universo. No necesitamos a un Dios para que nos explique, sino un Misterio en el que confiar. 

Un Misterio que es eterno hoy, lo fue ayer y lo seguirá siendo mañana. Porque la eternidad no se mide en el tiempo. 

La explicación científica y la explicación religiosa, por sí sólas, no sirven para explicar la realidad. No podemos creer lo que no entendemos, ni podemos abarcar el Misterio con nuestro entendimiento. Nosotros somos parte de ese Misterio que queremos comprender. 

La mística es la conexión con ese Todo. La ciencia y la religión son mapas que nos ayudan a recorrer ese territorio. Porque el Universo es lo que es, no lo que vemos. Las flores no florecen para que las admiremos. Florecen para el Universo y su armonía. 

Seamos científicos. No tengamos miedo a querer entender aquello en lo que creemos. Hagamos que nuestra vida hoy, en el “más acá”, merezca la pena ser vivida. Contribuyamos a esa armonía del Universo, cada uno y cada una según su conciencia. 

Seamos místicos. Seamos místicas. Entremos de lleno en el Misterio.